La globalización, las telecomunicaciones, las guerras, y tantos otros factores, han cambiado el curso de la humanidad en el ámbito espiritual, pero, sin embargo, los factores que más han influido, han sido la tecnología y la ciencia, haciendo que el hombre cada día crea menos en lo divino, lo superior, e intente reemplazarlas con cosas materiales, siendo estas, junto con la ciencia, las principales culpables.
Para comenzar, podemos decir que el mundo contemporáneo, está lleno de información e imágenes variadas y seductoras, tanto de los medios de comunicación como del diario vivir, que captan las miradas y la atención de las personas. Al hacer esto desarrollan en ellas nuevos modos de pensar y nuevas vías de acceso al conocimiento. Lo cual destroza el discurso religioso tradicional y las prácticas sociales que esto implica, llevando a una sociedad cada día mas superficial.
Como lo dijo el máximo representante de la iglesia católica, el Papa Benedicto XVI, mientras se encontraba celebrando una misa en Múnich, “hay gente que piensa que los proyectos sociales deben ser asumidos con urgencia (…), mientras que cualquier cosa que tenga que ver con la fe tiene menor importancia. Esto quiere decir que desde que la ciencia ha avanzado en descubrimientos y la tecnología ha ido en aumento, las personas han dejado de creer en la fe, y en todo lo que esta pueda enseñar, tomando todas las metáforas y enseñanzas que esta ha transmitido, y cambiándolas por el conocimiento absoluto y creíble que la ciencia y la tecnología nos entregan.
“Ver para creer”, este dicho popular se refiere a que para poder creer en algo hay que comprobarlo. Esto es muy aplicable a la ciencia ya que en esta, lo que no se puede experimentar simplemente es inexistente. Esto ha llevado a las personas a un pensamiento general de que si la ciencia dice que no es posible se acepta que no es posible. Como la fe es algo intangible que no se ha podido comprobar, la mayoría de las personas la han tomado como algo inexistente.
El desarrollo de la ciencia y la tecnología, tampoco ayuda a la que las personas desarrollen su fe, ya que entre mas conocimientos y desarrollo posee los países menos personas creen el algo superior. Por ejemplo, en china, cerca de un 63,6% de personas se considera no creyente seguido por Canadá con cerca de un 12,6% y Estados Unidos con un 10%, por el contrario en países del tercer mundo, la mayor parte de la población se considera creyente y piensa que el desarrollo debe ir de la mano con la fe, para que no ocurran desajustes que perjudiquen su espíritu.
Es moda perder la fe, si se publica un estudio que desmiente los dichos propuestos la iglesia y algunas comienzan a cuestionarla, el resto las sigue sin importar lo que esto conlleve. Lo que quiere decir que la fe de las personas es frágil y a la menor contradicción cambian su forma de pensar, y sentir. Para así poder encajar mejor en la sociedad, sin que nadie les reproché ser diferentes, y estar en lo línea del pensamiento general.
Par finalizar se puede decir que en la actualidad debido a distintos descubrimientos y estudios realizados, que contradicen las creencias tradicionales, las personas pierden su fe reemplazándola con conocimientos científicos. Sin importarles el vacío espiritual que esto causara en su vida. Que los llevara a querer llenarlo con cosas materiales y a provocar un consumismo que los llevará a lo mismo, un vacío que no podrán llenar con nada.
Elizabeth Gonzàlez
Elizabeth Gonzàlez
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