miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Por qué los jóvenes pierden su fe?

La juventud de nuestros días, ha sufrido un notable descenso en cuanto a la fe se trata, ya que cerca del 40% de los jóvenes, se declara ateo, mientras que de ese porcentaje, cerca del 80% dice que su fe la ha perdido con el transcurso del tiempo. Pero ¿por qué este decaimiento tan notable? Existen varios motivos. Como lo son el mayor acceso a la tecnología o a información contraria a la religión, haciendo que cada día, los jóvenes, y el mundo en general, pierda su fe y vida espiritual poco a poco.

Hoy los jóvenes deberían ser los ejemplares de una fe robusta, limpia, translúcida, consecuente, generosa, que los lleva a ellos a Dios, y lleva a Dios a complacerse en sus corazones. Pero en el día a día  esto, no se ve reflejado en tantos jóvenes como se esperaba que fuera, porque la mayoría a comenzado a creer en lo que postulan ciertas creencias o aspectos contrarios a lo relatado en la Biblia, haciendo que la gente ponga en duda la palabra de Dios y comience a buscar respuestas a sus interrogantes, respuestas que no haya en la sagrada escritura, pero sí, en estos postulados.

El Papa Juan Pablo II, era un enamorado de la Juventud, nada más asumido el Pontificado, dijo con todo el vigor de su voz (30-X-1978): “Creo en la Juventud. Creo en la Juventud con todo mi corazón y con toda la fuerza de mi convicción”. Al escuchar estas palabras, seguro surge la interrogante de ¿Qué diferencia hay entre su enunciado y el de Juan, el discípulo más querido de Jesús?: “Jóvenes, os escribo a vosotros porque sois fuertes, porque el mensaje de Dios está en vosotros y habéis vencido al Maligno” (1Juan 2,13).

La fe comienza formándose con la familia ya que muchos jóvenes son creyentes desde muy pequeños, pero algunos solo creen o piensan que creen por que desde siempre han ido a la iglesia pero en algunos casos es solo porque se les volvió costumbre asistir a escuchar el mensaje de Dios, haciendo de la fe una rutina o algo monótono, y como es sabido, la rutina, mata.

Los avances tecnológicos que se experimentan hoy en día, no deberían afectar tan negativamente a la fe ya que podría ser muy útil si se le da un buen uso, pero también, se le puede utilizar de mala manera, haciendo que en vez de que los jóvenes se acerquen a Dios, se alejen, allegándose al camino de la tecnología, el sobreconocimiento y el adelanto tecnológico, cambiando la fe y su practica por algo más atractivo y seductor



Para finalizar, podemos decir que la pérdida de fe en la juventud actual, se debe a un paulatino allegamiento a asuntos y aspectos más seductores, que alejan a las personas de la práctica constante de la fe, haciendo que esta pierda enriquecimiento y se debilite cada día más.

                                                                                Francisca Valenzuela Salgado

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