martes, 30 de noviembre de 2010

Adopción de niños por parte de homosexuales ""De tal palo, tal astilla""

La desviación sexual, es un trastorno que se ha incrementado en mas de un 10% entre la población mundial durante los últimos 15 años, y, a raíz de esto, un mayor número de minorías sexuales, exigen ser reconocidas como tal, pidiendo, además, derechos que hasta el momento, en nuestro país, son sólo atribuibles a parejas heterosexuales, pero que sin embargo, de cambiar esto, podrían traer consecuencias graves a futuro, ya que, como lo es en el caso de la adopción, indudablemente, padres homosexuales, formarán hijos con la misma desviación, por lo que no debería existir la posibilidad de adopción por parte de parejas homosexuales.

De acuerdo a un estudio realizado por el departamento de sicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la mente de un niño, es relativamente moldeable, y se va adecuando a los estímulos externos y al ambiente que lo rodea, lo que nos indica que un frecuente contacto con una pareja homosexual, lo llevaría a imitar conductas y actitudes propias de sus ""padres"", que en este caso serían dos personas del mismo sexo, conduciendo al niño a una permanente distorción de lo que es la familia normal y cómo se forma una relación estable y complementaria. 

En segundo lugar, podemos citar a Erich Fromm, quien plantea en su libro ""El arte de amar"" que existe cierta polarización entre el hombre y la mujer, rectificando la tan comúnmente frase ""los polos opuestos se atraen"", agregando también el origen de este pensamiento: 

""La idea de tal polarización está notablemente expresada en el mito de que, originariamente, el hombre y la mujer fueron uno, que los dividieron por la mitad y que, desde entonces, cada hombre busca la parte femenina de sí mismo que ha perdido, para unirse nuevamente con ella"". 

Esta frase del libro, deja muy claro que la forma de complementarse, es buscando a su polo opuesto, o sea, la persona del otro sexo que nos sea atractiva y que nos haga sentir completos. Claramente, esta forma de reciprocidad, sería imposible cuando la pareja está constituida por dos personas del mismo sexo, que no son capaces de transmitir una unión completa a un niño, haciendo que la salud emocional de este quede completamente inestable, creando, como se ha dicho anteriormente, una desviación, que probablemente no se pueda apreciar durante su infancia, pero que sí quedará manifiesta a futuro.

""La curiosidad mató al gato"", citamos este refrán para referirnos al tercer punto. Los niños, generalmente, son curiosos, y a todo buscan una respuesta, la que, si no la deducen por sí mismos, preguntan hasta encontrar la solución a su duda. Supongamos que un niño,  pregunta por su mamá a sus ""padres"", o viceversa. Durante la etapa que comprende los 5 a los 10 años, se les puede decir una mentira y ellos quedarán conforme porque aceptarán la respuesta que se les ha entregado, como una realidad verdadera, pero al comenzar a decubrir el mundo exterior, a medida que van creciendo, surgirán más interrogantes, las que serán más lógicas y certeras. Frente a ésto ¿Cómo responderán los padres,  homosexuales? ¿No dañarían sicológicamente al pequeño? En este caso, el niño aceptará como válido y normal esta relación,  asumiendo una postura homosexual frente a la vida amorosa, iniciando allí su desviación.

Por último, se hará referencia a la pareja homosexual aparecida en la serie de Fox ""Modern Family"". Ambos padres, consiguen la tuición de un bebé, haciendo que hasta las cosas más simples como cambiar los pañales, se convierta en una verdadera odisea. ¿No harán pensar al niño, estos hechos, que una compañera amorosa es completamente prescindible, ya que aunque los deberes como padres son complicados, ambos pudieron llevarlos a cabo? Se sabe, que cuidar a los bebés es una tarea correspondiente en su mayoría a la madre, por lo que el hecho, de que dos hombres, puedan críar a un niño, distorcionaría completamente la ""utilidad"" que toma la mujer en estos casos, haciendo que el pensamiento del niño, difiera de la realidad, creyendo que la forma de complementarse, no incluye necesariamente a la mujer.

Para finalizar, se puede decir que las parejas homosexuales, al adoptar a un niño, no harían más que conducirlo a llevar la misma vida que ellos, a tener la misma desviación sexual y a no poseer la reciprocidad que se busca en cualquier relación, quedando dañados, tanto psicológica,  como emocionalmente, y llevando en sus hombros una carga estrictamente innecesaria y que se puede evitar al no aceptar que se diera la posibilidad de la adopción.


                                                                                                              
                                                                                                                             Javiera Parada Quiroz

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